No sé si los años pasan tan rápido como todo el mundo dice, pero seguro que pasan. Si celebras un año nuevo suerte has tenido. No todo el mundo llega. Pero a ti lo único que te preocupa es que te toque la lotería del "niño", ya que el "gordo" no te tocó.
Y la diferencia entre mañana y pasado no son más que 24 horas. Y seguramente algunos que hoy corren para llegar a las tiendas y comprar regalitos no podrán entregarlos el día 6.
La gente va muriendo por el camino... y tu y yo también vamos a morir. No me inquieta demasiado, así es como debe ser. Sino algunos no podrían ser recordados ( y vanagloriados) por los siglos, o en la mayoría de los casos ignorados eternamente.
Pido perdón por ponerme tan "negocio familiar", pero es como siento este año que muere entre música y correo electrónico.
Al final hay que decidir si celebrar año nuevo o, si por lo contrario, celebrar días nuevos. Siendo como eres, pero intentando ser como eras cuando celebrabas esos pesados años.
Vamos, que hay que alegrar la cara todos los días. Y no hace falta ser más amable con un cliente porqué es Navidad. Lo que hace falta es ser más amable con tus clientes porqué son personas y es posible que te den de comer.
Lo mismo con tu vida social. Te juntas un 12 de enero, para celebrar año nuevo, con tus amigos. Mejor reúnete el 13 y abre un buena botella de vino y fuma un buen puro y ríete mientras se mofan de ti, con el único e imprescindible motivo de celebrar que sois amigos.
Sin dudarlo trata igual a tu vida religiosa, Lázaro no dormía. Si crees en Dios ten por seguro que no conoces ni el día ni la hora. Y si no crees ...
Pero por supuesto, si todo el mundo que te rodea quiere celebrar año nuevo, no seas cenizo, súmate a su celebración y da saltos de alegría y toma cava y turrón.
Ten claro que piensas de la vida y como quieres dominarla. No vaya a ser que te veas arrojado a vivir una vida administrada en 365 amargas dosis, que van resonando, una vez tras otra, como campanadas de funeral.
En resumen: Escucha tanta música como puedas, si es Elvis mejor; habla mucho, pero escucha más; fuma si te apetece, sino quieres pues no lo hagas; come!, o haz dieta, tanto como quieras; reza todo lo que disciernas necesario. Pero por encima de todo quiere a los que te rodean y no pierdas el tiempo odiando a nadie, tienes poco tiempo para disfrutar con la gente que te quiere de verdad como para perderlo en esas pequeñeces.