Cada vez voy siendo más consciente de quién no soy. Ahora, cuando los 30 se disipan como una tormenta de verano.
Me sigue apeteciendo un porche rodeado de maíz, donde tomar una buena cerveza al atardecer. Sé que cada vez se complica más la situación y que con el paso de los días nuestro problema sigue en el mismo lugar.
Ahora ya no entiendo las viejas ideas filosóficas. Tengo un extraño nudo mental, que me impide ver más allá, sentir como el razonamiento alcanza el concepto. No soy capaz de avanzar en la teoría y convertirla en mi propio axioma.
Todo es malo, menos una cosa. Ya no queda nada peor.
Lo que soy ya no existe, desaparece al existir. El futuro es mi presente, el infinito el objetivo, el axioma eres Tú.
Lo que soy ya no existe, desaparece al existir. El futuro es mi presente, el infinito el objetivo, el axioma eres Tú.