NUNCA PERTENECERÍA A UN CLUB QUE ADMITIERA A ALGUIEN COMO YO.

diumenge, 17 d’abril del 2011

He robado tiempo al tiempo, al tiempo que robé.

De rodillas, a los pies de tu cama. Sin entender muy bien como llegamos a esta situación. Mis manos ya agrietadas por el frío de este invierno, decidido a quedarse eternamente.

En mi cabeza no paran de estallar ideas y pensamientos, sin mucho sentido. Recuerdo el camino, ese coche en la cuneta, incluso la fecha exacta en la que todo comenzó, pero no soy capaz de vislumbrar el punto y final de toda esta aventura.

Tu voz ya no puede pintar las paredes de esta oscura habitación. Parece que la luz de esta maldita luna llena ha conseguido silenciar tus poesías hechas realidad.

Ahora solo me queda esperar el momento en la que Ella vega a buscarte yo suplique hasta la saciedad que me lleve contigo. Y sarcásticamente me diga que no ha llegado mi momento.

Yo tengo muy claro que mi momento llegó hace ya 28 años.

dijous, 14 d’abril del 2011

Debo dinero al dinero, al dinero que debo.

De pie, mirándote fijamente a los ojos, pensando que escondes en esa alma que desborda tus pupilas.

Entre las dudas del momento, pensando de quién fue la culpa, intento encontrar la razón de nuestra perdición.

Quizás fueron los buenos momentos mal aprovechados, o quizás fue ese coche mal aparcado en un cuneta, donde el alcohol reinaba en la fiesta de los fugitivos.

Al final me doy cuenta de que la reflexión es absurda, el destino ya había escrito mi camino. Todo lo que haga, lo que diga, incluso lo que escriba, está llevándome a este precipicio. Y si tenemos que volver a las andadas tampoco lo sabremos, hasta el momento en que ocurra y no entendamos las circunstancias que nos llevaron a tomar caminos alternativos.

Así, espero el momento en que no pueda andar más, de tanto andar por caminos andados. Entonces me sentaré junto al camino y mi dedo será el único en participar en la elección codiciosa de un futuro incierto. Y quizás tenga la suerte de que el alma que recoja ese cuerpo maltrecho y medio podrido sea la tuya, pero eso ya es pedir demasiado.




dijous, 7 d’abril del 2011

Entre bambalinas.

"Puede que me levante y grite que estoy harto de correr, que me esconda para huir del gemido eterno."

Destinado a vagar 100 años por las orillas del destino, esperando al barro que me haga ver, o la saliva que suelte mi lengua de trapo. Peleando a contracorriente para no dejar escapar el momento oportuno en el que, ya entre la vida y la muerte, sea capaz de decir las palabras exactas.

En este viaje, con tan poca fortuna, puedes acompañarme, o si lo prefieres observarme. Te aseguro que no será agradable, seguramente haremos el ridículo. Pero debes ser tú quien decida,

Lo único que puedo garantizarte son 100 años de desolación y llanto. Quizás en algún momento una carcajada nos hará descansar, pero no lo puedo garantizar. Estas son las condiciones, nos las escogí yo, con las que se debe empezar el viaje.

Si vienes quizás Tique no es tan cruel como pensábamos y decide arreglar los caminos por los que deberemos andar.

Tuya es la última palabra, yo ya perdía las monedas que abren el camino.



dilluns, 4 d’abril del 2011

Te pido perdón de antemano, se que te ofenderé. No te sentará bien, pero gracias a Dios empiezo a conocerme, a saber cuáles son mis puntos, putos puntos, débiles.

Nos cruzaremos y, la alegría de ese momento alcohólico acabó en triste resaca dominical, aparecerá ese ser tímido, calvo y gordo. Pasaremos del "¡qué es de tu vida? a un "...hasta luego..." que casi ni se oirá.

Luego para evitar que me trague la tierra subiré al volumen del ipod y me encenderé un cigarro. Pensaré que la próxima vez sacaré pecho 15 metros antes, sonreiré y conseguiré frenar mi cuerpo en el momento preciso para decirte un... "¡qué alegría verte!", que por su puesto acabará en un cine, un café, o una cena.

Todo será perfecto, tú , yo, las entradas, el café y el vino. Quedaremos 18 millones de días, y la nieve y la lluvia no podrán detenernos. EL colegio será muy bueno, igual que lo cursos anglosajones de 2 meses. Por no hablar de los médicos o arquitectos, publicistas de renombre y economistas de alto standing.

El jardín tendrá una mesa redonda de bambú, para los desayunos, y una mesa alargada con diez o doce sillas, para las largas comidas con sobremesa incluida.

New York, París y Roma serán destinos semestrales de descanso y pasión. Seguramente una tercera, o cuarta, casa en el extranjero ayudará a desconectar y gastar todos esos ceros que ocuparán demasiado espacio en un rectángulo plástico.

Después "próxima estación..." y me empaparé con la lluvia de abril, subiré 15 escaleras, abriré una puerta oxidada, preparé un plato precocinado y me moriré viendo algún triste programa con poco sentido y muchos gritos.