NUNCA PERTENECERÍA A UN CLUB QUE ADMITIERA A ALGUIEN COMO YO.

dilluns, 5 de novembre del 2012

Me robaste el viejo banco del parque, junto al estanque, en otoño. Me robaste la esquina del Bar Alonso, desde la que se veía el fútbol perfectamente.... mientras disimulaba prestarte atención.

Me robaste las aceras de Malasaña a las 3 de la madrugada, y el kebab matutino de alcohólico hambriento.

Todo decidiste llevártelo, sin dejar nada dulce a cambio.

Van pasando las semanas y solo queda la amargura de unos labios sin corazón, unas manos sin pasión y unas frías sábanas blancas arrugadas.

Las canciones de amor se convierten en un extraño Requiem. Y las poesías no son más que puñales que se clavan en un corazón que parece de papel, que ahora solo sabe latir constantemente.




Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada