Hoy ha sido ayer.

Y otra vez Martes. Y sigo pensado que este verano otoñal no me sienta nada bien.

Nunca me gustó el verano, ni la primavera. La gente se mueve por el peso de la ropa, de los bañadores, y por la temperatura de la cerveza.

Yo en cambio añoro poesías de miguel, esos versos tan complicadamente sencillos, que hacen que uno adore la rutina que le toca vivir.

Y ya es miércoles. Ayer me llevaron a tomar bastante sal con algo de alitas, pulpo, oreja, patatas, pimiento, helado, etc. Y además los idiotas de mis amigos me regalaron un Ipod Touch. Y aunque ya lo sabía casi lloro viendo todo lo que me quieren. Ya me emocioné antes de ver el regalo, al ver como te miran deseando que disfrutes con el regalo que te están entregando.

Doy gracias a Dios por los amigos que ha puesto en mi camino, sin ellos (además lo saben) todo habría costado demasiado... si me "toca" variable a Las Vegas a celebrarlo... o quizás a NY - CHG - BST.

Un millón de gracias por hacerme ser quién soy!