Érase un vez un colorín colorado.

Aunque no es verdad, todo es un 2+2= 5 y no deberías dudar tanto.

Puede que los adoquines de tu calle sean en verdad amarillos o que el portero de tu vivienda sea el sombrerero. Deberías aceptarlo y escoger tus personajes y mundos imaginarios.

También puedes seguir viviendo en esta absurda rutina, con la muerte en los talones, persiguiéndote insaciablemente. Esa sería una decisión estúpida, pero moderna.

Son las opciones, no hay más, y puede que no te gusten, pero son las que hay. Aunque no lo parezca el camino de Alicia fue complicado y demoledor. Pero esto no quita que la madriguera fuera la opción perfecta para ella.

Establece un punto final. Después ve al cine, lee un libro, bebe un wiskey, escucha algo de Elvis, vete a la cama, piensa en lo que podría haber sido, pero no será,consigue tener la conciencia tranquila y sueña un cuento.

Por la mañana no te compadezcas mucho, recuerda lo soñado y tira para adelante. Los sucesos irán encajando, tarde o temprano, en tu cuento.

Pero si el final del cuento no se parece mucho, tampoco te preocupes, seguramente eres parte de otro cuento y ese seguro que encaja a la perfección.